El Mar Muerto, en árabe Al-Baḥr Al-Mayyit (“mar de la muerte”), y en hebreo Yam HaMelaẖ (“mar salado”), es un lago salado natural situado entre Israel y Jordania. Es una visita imprescindible en la región, no solo por su intrigante historia, que se remonta a los tiempos bíblicos, sino también por su increíble belleza natural.

Situado a más de 400 metros bajo el nivel del mar, el Mar Muerto es el punto más bajo de la Tierra. Casi diez veces más salado que el océano, es precisamente la altísima densidad salina lo que permite a los bañistas “flotar” en sus aguas. Tal y como sugiere su nombre, debido a los altos niveles de salinidad y la gran concentración de minerales, ningún pez o especie acuática puede crecer o sobrevivir en el Mar Muerto..

Debido a sus supuestas propiedades curativas, visitantes de todo el mundo se acercan al Mar Muerto en busca de sus beneficios terapéuticos naturales. El barro rico en nutrientes que rodea sus aguas es como un tratamiento de spa totalmente natural. Durante tu visita, encontrarás cubos de barro del Mar Muerto a lo largo de la orilla, que puedes extender sobre tu piel y dejar secar al sol, antes de enjuagarte y flotar en el agua.

La alta concentración de minerales en el agua, la baja altitud y los altos niveles de oxígeno crean un ambiente extremadamente inusual pero restaurador. De hecho, se cree que es un entorno propicio para tratar muchos problemas de salud, incluyendo enfermedades de la piel, artritis y problemas cardíacos y respiratorios.

A lo largo de la costa, las playas públicas están abiertas a residentes y visitantes por igual. Si deseas pasar la noche, encontrarás hoteles de lujo con acceso a playas privadas. También hay numerosos balnearios en los que podrás disfrutar de un día de relajación o de diferentes tratamientos de belleza y bienestar.

Es posible llegar al Mar Muerto en transporte público o en coche. La forma más fácil y popular de visitar la zona es con una visita guiada con transporte incluido.