La esencia de la arquitectura de Gaudí radica en su fascinación por la naturaleza y las formas orgánicas. En el Parque Güell, la naturaleza es parte intrínseca de la experiencia. El parque, situado en una antigua colina, ha sido remodelado por completo con diferentes formas, respetando en todo momento los límites originales de la parcela.

Por ejemplo, existe un desnivel de 60 metros entre los diferentes espacios del parque y Gaudí decidió crear un trazado serpenteante, y no recto, con el objetivo de que el visitante pudiera apreciar el desnivel natural de los espacios mientras paseaba. El proyecto conservó las formas curvas y las pendientes de la colina para dar fuerza a los elementos arquitectónicos. Una vez listo el terreno, Gaudí ideó un sistema de cisternas destinado a recoger el agua de la lluvia y poder regar así la vegetación que había plantado.

Basta una observación detenida para reconocer elementos naturales en todos los elementos creados por el hombre. El trazado de los senderos fluye de forma natural imitando las aguas de un río, las columnas se inclinan y tuercen igual que los árboles y los espacios interiores presentan formaciones de estalactitas que recuerdan al interior de una cueva. El arquitecto también proyectó la plantación de especies aromáticas mediterráneas en todas las instalaciones, como palmeras, algarrobos, pinos, cipreses, higueras, almendros, ciruelos, lavanda, tomillo, salvia, mimosas y magnolias.

Horario

Del 30 de octubre al 26 de marzo

De 08:30 a 18:15 (último acceso a las 17:30)

Del 27 de marzo al 1 de mayo

De 08:00 a 20:30 (último acceso a las 19:30)

Del 2 de mayo al 28 de agosto

De 08:00 a 21:30 (último acceso a las 20:30)

Del 29 de agosto al 29 de octubre

De 08:00 a 20:30 (último acceso a las 19:30)

Acerca del Parque Güell

El parque fue encargado inicialmente por el industrial Eusebi Güell para albergar una urbanización de edificios residenciales. Sin embargo, como muchos otros proyectos de Gaudí, nunca se completó. Solo dos de las 60 villas inicialmente proyectadas fueron construidas y, curiosamente, una de ellas -hoy en día reconvertida en museo- era propiedad de Gaudí.

Las obras del parque se iniciaron en el año 1900 y se prolongaron durante 14 años. Para entonces, Gaudí ya había iniciado el proyecto de la Sagrada Familia. En 1923, el parque pasó a manos de la ciudad de Barcelona y, en 1963, la Casa de Gaudí se convirtió en el Museo Gaudí.

El parque, junto con otras obras de Gaudí, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en la década de los 80. Desde entonces, y gracias a la enorme imaginación invertida en él, se ha convertido en uno de los lugares de interés más famosos de la ciudad. El visitante puede experimentar con las diferentes formas y técnicas que forman un conjunto único y extraño a la vez. Es una auténtica delicia para los aficionados a la fotografía. El elemento central del parque es su mercado cubierto, un bosque de columnas de ensueño rodeado por un banco envolvente de piedra decorado con mosaicos de cerámica.

No olvides saludar al dragón decorativo que hay en la entrada del parque. Se ha convertido en símbolo no oficial de la ciudad de Barcelona y el espíritu catalán.

Dirección

Carrer d’Olot, 5, 08024 Barcelona

Cómo llegar

• En metro

Línea 3 hasta Vallcarca o Lesseps

• En autobús

Líneas H6, 32, 24 y 92

Bus Turístic (línea azul) y Barcelona City Tour (línea verde)