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Polonia
Qué hacer en Cracovia
Elegante, vibrante y desafiante, Cracovia ha superado todo lo que la historia le ha echado encima para convertirse en la ciudad polaca por excelencia. Desde el cambio de milenio, se ha sometido a un proceso de renovación que ha hecho que sus antiguas glorias resplandezcan como nunca. Y lo mejor de todo es que es una ciudad muy fácil y agradable de explorar a pie. El casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, está atravesado por el Camino Real, que va desde la iglesia de San Florián, al norte, pasando por la plaza principal, Rynek Glowny, hasta la colina de Wawel, una ciudadela que alberga el antiguo palacio real y la catedral. Es una forma panorámica de ver todos los monumentos y atracciones turísticas más imprescindibles. A las afueras de Cracovia, se encuentran la mina de sal de Wieliczka y Nowa Huta, una «ciudad socialista modelo» construida en la década de los años 50. Esta última alude al reciente pasado oscuro de Cracovia, que podrás descubrir más a fondo en el antiguo barrio judío de Kazimierz, mientras que el campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau está a 90 minutos en coche de la ciudad.Las seis mejores cosas que hacer en Cracovia1. Recorre el Camino Real hasta la colina de WawelRecorrer el Camino Real en línea recta lleva unos 15 minutos. Pero a un turista puede llevarle un día, si no más. Empieza en la iglesia barroca de San Florián, rodea la torre barbacana, toda una reliquia de las antiguas murallas de la ciudad, y entra en el casco antiguo, Stare Miasto, por la Puerta de San Florián, una torre gótica. La empedrada calle Floriańska llega a la empedrada plaza principal, que merece que te tomes tu tiempo. Después, puedes pasear por la calle Grodzka, flanqueada por media docena de iglesias, entre ellas la de San Francisco de Asís, famosa por sus vidrieras modernistas, su decoración con motivos florales y sus azulejos. Una visita guiada es una buena forma de conocer todos los monumentos de la ruta.2. Admira la gloriosa Rynek GlownyRynek Glowny es la plaza medieval más grande de Europa. Y hay mucho que ver. La mayor atracción de todas es el Salón de los Paños, que cuenta tanto con una galería tipo bazar llena de puestos como con un museo. La Torre del Ayuntamiento es uno de los símbolos de la ciudad, lo único que queda del antiguo ayuntamiento, demolido hace más de 200 años. Otro lugar emblemático es la basílica de Santa María, con sus dos torres de ladrillo rojo. Su retablo de madera es una obra maestra del gótico tardío. También encontrarás la pequeña iglesia románica de San Adalberto y el monumento a Adam Mickiewicz. Además, cada Navidad, la plaza se llena de los aromas y sonidos del mercado navideño, toda una tradición en Cracovia.3. Visita el castillo y la catedral de WawelUna ciudadela digna de reyes y reinas, la colina de Wawel es la joya de la corona de Cracovia. Desde la elegancia renacentista italiana del patio escalonado de Segismundo I el Viejo hasta la dorada Sala de los Pájaros, el castillo es una auténtica maravilla. La colección de tapices jaguelónicos, elaborados a mano por los mejores tejedores de los Países Bajos medievales, no tiene precio. La catedral, por su parte, es un magnífico popurrí ecléctico de estilos, que resulta en un derroche de colores y formas. En la cripta se encuentran las tumbas de monarcas, santos, estadistas, poetas y otros iconos nacionales. La mejor manera de conocer los tesoros de la colina es visitarla en compañía de un guía local experto.4. Explora el Kazimierz judío y la Fábrica de SchindlerAntes de la guerra, aproximadamente uno de cada tres habitantes de Cracovia era judío. La mayoría vivía en su barrio tradicional de Kazimierz, al otro lado de la colina de Wawel. Se puede visitar, entre otras, la restaurada sinagoga Tempel, y ver dónde nacieron famosos judíos de la ciudad, como Helena Rubinstein. Los nazis solo permitieron quedarse a unos pocos, obligándoles a vivir en un gueto al otro lado del río Vístula. Una parte del muro del gueto sigue en pie, muy cerca de la fábrica de Oskar Schindler. Aquí se muestra la historia de este industrial nazi que salvó a más de 1000 de sus trabajadores judíos de una muerte segura, así como la de los supervivientes.5. Descubre los tesoros de la mina de sal de WieliczkaA 40 minutos en tren del centro de Cracovia se encuentra un inmenso tesoro enterrado bajo tierra en Wieliczka. Esta bonita ciudad se asienta sobre un laberinto de túneles y cámaras adornados con estatuas talladas en sal. Empezaron a excavar en busca de sal en el siglo XIII, y nunca dejaron de hacerlo, hasta el punto de que ahora hay 287 km de túneles, o lo que es lo mismo: la distancia entre Cracovia y Varsovia. La capilla principal y su escultura de La última cena son de visita obligada. Un poco más cerca de Cracovia está Nowa Huta, donde los líderes comunistas polacos construyeron un «paraíso obrero» en un austero aunque grandioso estilo arquitectónico, conocido como realismo socialista. Si reservas un recorrido guiado, podrás comprender mejor la historia reciente de Polonia.6. Monumento y Museo de Auschwitz-BirkenauEl sitio de uno de los mayores crímenes de la historia es más un lugar solemne que una atracción turística. Las visitas suelen hacerse en compañía de un guía docente, que te permitirá entender mejor la magnitud de lo que los nazis hicieron a los internos de este campo de exterminio. Su enorme tamaño da una idea de cuántos perecieron debido a los innombrables horrores perpetrados por los guardias de las SS. El museo expone recuerdos de las víctimas y explica con detalles implacables la realidad del día a día en los campos. Desde Cracovia salen diariamente excursiones guiadas regulares con transporte incluido. Debido a la naturaleza de lo expuesto, el campo no está recomendado para menores de 14 años.