Una visita a la ciudad antigua de Éfeso es imprescindible mientras se encuentre en Turquía. La antigua ciudad de Éfeso fue visitada y patrocinada por Alejandro Magno en el año 334 a.C. La ciudad es conocida por su importancia ya que es el lugar de una de las Siete Maravillas del Mundo: el Templo de Artemisa, la diosa griega de la Luna y la Caza. A lo largo de los siglos siguientes pasó por diversas manos, alcanzando su apogeo bajo el control de los romanos, quienes la construyeron hasta convertirla en su capital asiática. La sedimentación de su puerto en el siglo III provocó su fin y con el tiempo la ciudad quedó completamente cubierta hasta 1869, cuando fue descubierta por un arqueólogo británico. Incluso ahora la ciudad sigue siendo excavada y los expertos dicen que el 75 por ciento de la ciudad todavía permanece enterrada.
La casa de la Virgen María fue descubierta en el siglo XIX siguiendo las descripciones de las visiones de la Beata Ana Catalina Emmerich (1774-1824), una monja católica y visionaria, que fueron publicadas como libro por Clemens Brentano después de su muerte. La Iglesia católica nunca se ha pronunciado a favor o en contra de la autenticidad de la casa, pero sin embargo mantiene un flujo constante de peregrinaciones desde su descubrimiento. Anne Catherine Emmerich fue beatificada por el Papa Juan Pablo II el 3 de octubre de 2004.
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