El parque nacional del Valle de la Muerte tiene ese nombre por un buen motivo, y es que es el punto más árido y más caliente de América del Norte. Situado en la frontera entre California y Nevada, el Valle de la Muerte fue declarado parque nacional en 1994.

Con una superficie de 13 518 km², es el parque nacional más grande de los Estados Unidos continentales, solo por detrás de algunos parques nacionales de Alaska. Aquí también se encuentra el punto más bajo de América del Norte, situado a 85 metros por debajo del nivel del mar.

Cuatro tribus diferentes de nativos americanos han vivido en esta zona en los últimos 10 000 años. Debido al clima drástico, las tribus emigraban a los valles durante los meses de invierno y se desplazaban a las montañas durante los meses de verano.

Los viajeros que realicen una excursión al Valle de la Muerte pueden elegir entre las numerosas actividades disponibles, como ver las coloridas rocas de Artist's Drive, descubrir la incomparable cuenca Badwater, aprender todo sobre el parque en el centro de visitantes de Furnace Creek o simplemente observar las estrellas... ¡las opciones son infinitas!

Para disfrutar plenamente del parque y conocerlo a fondo, se recomienda dedicar más de un día a recorrer los principales lugares de interés. Hay nueve campings repartidos por todo el parque, por lo que los visitantes tienen varias opciones de alojamiento a su disposición.

La mejor época para visitar el Valle de la Muerte es durante la temporada baja, desde mediados de octubre hasta mediados de mayo. Es habitual que las temperaturas diurnas sobrepasen los 45 grados durante el verano, así que tenlo en cuenta a la hora de planificar tu visita.