Epítome del estilo belle époque, la Ópera Garnier es todo un espectáculo para la vista. Las estatuas doradas que se asientan en el tejado son una pista de la opulencia que se respira en su interior, donde las elaboradas lámparas de araña crean una luz brillante y perfecta para admirar los suntuosos detalles. Nathalie, una de nuestras expertas guías locales, cuenta: «La Ópera Garnier se inauguró en 1875. En aquella época, era el teatro más grande del mundo, con capacidad para más de 2000 personas. La novela de Leroux, El fantasma de la ópera, está ambientada en este mismo teatro».
El recorrido comienza con una visita guiada por los lujosos interiores de uno de los monumentos más decorados e históricos de la ciudad. De la mano del guía local, descubrirás datos sobre la historia, la arquitectura y la importancia de la Ópera Garnier en la cultura parisina. Mientras la exploras, podrás admirar muchos de sus detalles más impresionantes, como los techos ornamentados, las grandes escaleras y las numerosas lámparas de araña. Nathalie añade: «El edificio desprende historia. Aquí se estrenaron algunos de los espectáculos más famosos del mundo, como El lago de los cisnes, de Chaikovski, y la primera representación pública de La Bohème, de Puccini».
Después de la visita guiada a la Ópera Garnier, si el tiempo lo permite, te dirigirás a las Galerías Lafayette, uno de los grandes almacenes más conocidos del mundo. En la terraza de la azotea, disfrutarás de unas fabulosas vistas del paisaje de París. Desde allí, podrás contemplar algunos de los monumentos más famosos de la capital francesa, como la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo o la Basílica del Sagrado Corazón.