Situado en el margen izquierdo del Sena, cerca del puente de Alejandro III, se encuentra el Palacio Nacional de los Inválidos, uno de los monumentos más prestigiosos de París, construido en 1670 bajo el mandato del rey Luis XIV. En esa época, no existía un lugar específico para acoger a los veteranos heridos y sin hogar que habían luchado por Francia. Construido entre 1671 y 1676, los primeros residentes no llegaron hasta tres años después, aunque el edificio no estaba completo. Es una obra maestra clásica y arquitectónica, diseñada por el arquitecto Liberal Bruant.

El complejo del Palacio Nacional de los Inválidos incluye la catedral de San Luis de los Inválidos, también conocida como «la iglesia de los soldados», que combina una capilla real llamada «la Cúpula de los Inválidos» y la capilla de los veteranos. Con una magnífica cúpula dorada de 107 metros de altura, la Cúpula de los Inválidos es el emblema del Palacio Nacional. Dentro se encuentra la tumba de Napoleón I, además del sepulcro de otras figuras militares, como Turenne, Vauban, Foch… La tumba de Napoleón I es un impresionante sarcófago de cuarcita roja, situado en el centro de la estancia.

Este espectacular edificio alberga el Museo del Ejército, creado en 1905, uno de los museos de arte militar más grandes del mundo. Contiene una colección prominente que incluye viejas armas y armaduras, pequeños modelos de artillería y un conjunto único de objetos del siglo XIX, relacionados con Napoleón I y los mariscales del imperio.

Durante la segunda mitad del siglo XX, todo el complejo de Los Inválidos fue abierto al público. En la actualidad, bajo la dirección del Ministerio de Defensa aunque ocupado por numerosas organizaciones que forman parte de otros ministerios, el Palacio Nacional de los Inválidos todavía conserva su función original como hospital y hospicio para los veteranos de guerra heridos de gravedad y con discapacidades.