Resulta difícil disfrutar de un momento a solas con la Mona Lisa, uno de los cuadros más célebres del mundo. Durante el horario estándar del museo, la sala donde se expone está tan abarrotada de gente que acercarse a ella es una misión imposible. El objetivo de esta visita es precisamente evitar las aglomeraciones y ver La Gioconda cuando casi todos los visitantes se hayan marchado, de modo que tengas espacio suficiente para admirar su belleza.
Este itinerario, probado y perfeccionado a lo largo del tiempo, empieza por el lado contrario a las rutas turísticas habituales y deja la Mona Lisa para el final, de modo que tu visita coincidirá con el horario de cierre del museo. Antes de ver esta célebre pintura, dispondrás de 3 horas para explorar el Louvre, lo que te permitirá contemplar mucho más que aquellos visitantes que participan en circuitos turísticos que intentan encajar el resto de las salas del museo en tan solo 1 hora y 30 minutos.
Durante el recorrido, el guía te llevará a ver lo más destacado. Por ejemplo, conocerás los cimientos históricos del foso del antiguo palacio real y algunas esculturas griegas y romanas, como Los esclavos de Miguel Ángel y la Venus de Milo, sin olvidar algunas de las grandes obras de artistas franceses, como La Libertad guiando al pueblo, de Delacroix. También podrás admirar las joyas de la corona francesa, la célebre Victoria alada de Samotracia y otros trabajos destacados de grandes pintores italianos, como Caravaggio, Rafael y Da Vinci.
Existen muchas formas de explorar el Louvre, pero solo una te permitirá ver todas sus obras más destacadas y disfrutar de la Mona Lisa sin las habituales multitudes. El guía se encargará del tiempo y del itinerario para que no tengas que preocuparte por nada más que por el arte.