Este inmenso castillo rodeado por un foso está situado en Kent y tiene más de 1000 años de historia. Conocido como «el castillo más bello del mundo», cuenta además con 200 hectáreas de hermosos parques y jardines.

El castillo fue construido inicialmente como una fortaleza en 1119, durante una época en la que eran habituales las intrusiones normandas en Inglaterra, aunque a lo largo de los años se ha ido adaptando y ampliando. Se convirtió en residencia real en 1278 y llegó a ser el hogar de hasta seis reinas de Inglaterra. En la actualidad, el elegante palacio a orillas del lago que se alza sobre dos islas es una de las atracciones turísticas más populares del país.

Sigue los pasos de las reinas medievales, admira los fastuosos jardines o disfruta de las demostraciones de cetrería que se celebran en la fortaleza. El castillo también cuenta con un intrincado laberinto de setos, un campo de golf, el único museo de collares de perro del mundo y un aviario con más de 100 especies de aves, entre otras atracciones.

Situado a poco más de una hora de Londres, es el lugar perfecto para pasar un día con la familia o disfrutar de una escapada romántica con la pareja. En las instalaciones del castillo también hay varias opciones gastronómicas, como un restaurante, cafeterías y quioscos de temporada.