Desde una gran ciudad hasta un pintoresco pueblo encalado, experimentará ambos lados de la vida en la Costa del Sol. En Málaga, puedes comprar hasta cansarte, explorar el casco antiguo o visitar uno de los muchos museos de arte. Un cambio de ritmo en Mijas te permite pasear por calles adornadas con flores y disfrutar de tranquilas vistas al mar. Antonio, uno de nuestros guías locales, dice: 'La catedral de Málaga es una visita obligada, aunque sólo sea para ver la sillería del coro esculpida a mano. Debería haber dos torres, pero los fondos para la construcción se enviaron a los revolucionarios estadounidenses y la segunda torre nunca se completó. Por eso ahora los lugareños llaman cariñosamente a la catedral "La Manquita", la dama manca.'
En primer lugar, nos dirigiremos a Málaga, donde pronto comprobarás que se trata de una ciudad en auge. Calles sinuosas repletas de bares de tapas bordean monumentos históricos, y una zona portuaria recientemente renovada, Muelle Uno, ofrece muchos lugares más elegantes para tomar una copa o comer. Tendrás tiempo libre para visitar el Centro Pompidou, comprar en las tiendas de diseño de la calle Larios o admirar exposiciones de arte. Pablo Picasso nació aquí y hay un museo repleto de obras suyas cerca del Teatro Romano.
Por la tarde, cambiamos de marcha con una visita al pintoresco pueblo de montaña de Mijas. Paseando por tranquilas calles adoquinadas, podrá comprar cerámicas hechas a mano o visitar una de las fábricas de chocolate más pequeñas del mundo. Una vez que haya recorrido las boutiques y las callejuelas, tómese un descanso en una cafetería o disfrute de las vistas del campo hasta la costa desde uno de los miradores panorámicos.
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